METODOLOGÍA de trabajo

Mi experiencia formal comienza en el año 2010 donde empecé a asesorar en el área conductual a tutores de perros y gatos en la prevención, diagnóstico y tratamiento de problemas y patologías del comportamiento. Si bien he tenido perros desde que tengo memoria y su comportamiento siempre fue una de mis inquietudes y parte de mis continuas observaciones, considero que mi experiencia recién pudo validarse a la hora de realizar estudios formales en el área. 

Al respecto, mi formación Médico Veterinaria y de Etóloga Clínica me permiten contar con una sólida base que reúne conocimientos y experiencias con estudios actualizados y contacto con diversos referentes en el área. Tengo un compromiso propio con la actualización y educación continua en mi área de especialización, y por ello semestralmente realizo cursos, asisto, participo y expongo en charlas, congresos y similares, que me permitan estar al día y asimismo, educar con los nuevos conocimientos científicos y sobretodo, estar en contacto con mis pares, lo que me permite retroalimentarme de experiencias y conocimientos. 

Mi metodología de trabajo se basa en el trato ético y respetuoso hacia mis pacientes. Conocer las directrices del Bienestar Animal y actualizarme con los últimos estudios en el área, me permiten poder orientar mi trabajo de la mejor manera. Por eso, me enorgullece el poder prescindir totalmente de herramientas punitivas y obsoletas, como los collares de castigo y cualquier técnica simplista, que sólo busque borrar conductas en los animales a base del miedo, que si bien "elimina" rápido el problema y parecen ser efectivas al ojo inexperto, no las trata realmente.  

Mi fórmula de trabajo es primero recuperar el bienestar emocional del paciente para que podamos trabajar con el/ella en su aspecto conductual con la ayuda invaluable de su grupo familiar y todos los recursos terapéuticos que tengamos al alcance. Sin ello no podremos lograr nuestros objetivos o estaremos forzando al animal por semanas, meses y hasta años a exhibir conductas (externamente) que no tienen un soporte emocional (internamente). Las emociones reordenan, refuerzan y dan apoyo a muchas de las conductas en muchos de nosotros, incluyendo a nuestros perros y gatos. 


Yo trato al paciente, educo al tutor y modifico el entorno. Mi compromiso es que el problema pueda resolverse realmente, con dignidad, sin dolor, sin miedo y con herramientas reales y adaptadas a cada caso. Un problema conductual en dos pacientes distintos pueden llegar a ser dos mundos totalmente opuestos. 


Además me interesa que tú, tutor, sepas la causa del problema de tu mejor amigo y la razón del por qué estamos haciendo una cosa y no otra. Necesito que estés siempre presente durante las evaluaciones y sesiones y, a la vez, cuando tengas dudas, dificultades, miedos o alegría por ver los logros junto a tu mejor amigo, me cuentes para poder estar pendiente y poder acompañarles. 

Más importante que te decidas a empezar una terapia conductual para tu perro/gato, es importante que la puedas sostener en el tiempo. ¿Estás preparado? ¡Desde ya los espero para comenzar este hermoso camino!  Contáctame aquí