CUANDO A LOS HUMANOS NOS CUESTA ENTENDER A LOS PERROS
Muchos problemas de comportamiento en animales de compañía se gatillan por episodios repetidos de frustración y confusión. Usualmente nosotros la generamos y luego también la experimentamos. La causa suele ser el desconocer los mecanismos de comunicación de la otra especie y extrapolar los nuestros hacia ellos.
Entonces esto se puede ir transformando en un círculo vicioso del cual no podemos salir: el perro ladra por que se siente frustrado por algún motivo, pero nosotros enseguida empezamos a gritarle por que también nos sentimos frustrados y suponemos alguna causa. El perro se siente más confundido, con lo cual vamos aumentando esta espiral que pocas veces tiene una salida positiva.
Los conflictos de este tipo pocas veces se solucionan como en los humanos se haría: alzando la voz o hablando por mucho tiempo. Primero debemos retroceder a la causa de ese problema y nos encontraremos con miedo, ansiedad o quizás nuestra misma conducta que pueden estar gatillando estos episodios. Una vez eso podemos buscar ayuda especializada que nos guíe y asesore para poder enfrentarlo de la manera más adecuada.
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