¿NECESITA MI MASCOTA UN ETÓLOGO CLÍNICO? 

18.04.2017

¿Cuándo necesito a un ETÓLOGO CLÍNICO y cuando necesito a un ENTRENADOR? Debes saber que no son lo mismo.

Es una pregunta frecuente. Hay que decir en primer lugar que NUNCA entrenamos perros que presenten problemas de conducta. Lo PRIMERO que se hace es el tratamiento de modificación de conducta y posteriormente se entrena.


Esto porque un problema de conducta no es tan simple como enseñar un "sentado", un "quieto" y ya lo curamos. Hace falta diagnosticar, y entender la causa del por qué se está presentando. Recién ahí elaboramos un plan de tratamiento que entre muchas otras medidas, puede incluir el adiestramiento.

Hay que tener en cuenta que en muchos de los casos donde el origen del problema NO se deba a una causa de tipo Orgánico, el estrés juega un papel determinante. Es el responsable de la intensidad y de la aparición de problemas de comportamiento

El perro no va a ser capaz de aprender ninguna lección mientras se encuentre en un estado de angustia o de estrés. De ahí la importante estrategia de ofrecerle un tiempo para calmarse y un trabajo continuo es completamente indicado. El periodo de calma significa dar al perro una cantidad suficiente de tiempo, exenta de tantos factores estresantes como le sea posible y especialmente sin los estímulos que han sido los agentes provocadores del problema conductual que se está modificando. 

También existen varias maneras de hacer que el cerebro vuelva a un estado estable y mantenerlo ahí y por mucha terapia conductual que realicemos no lo lograremos. Es por eso que también se instauran tratamientos farmacológicos en casos donde otro tipo de terapias simplemente no ayudan a restablecer el daño a nivel neuroquímico o neurofisiológico.

Existe una relación inversa entre la actividad de la corteza cerebral y el sistema límbico. Cuando se activa uno, el otro tiende a inhibirse. Si uno experimenta una respuesta emocional intensa, probablemente sea menos capaz de pensar de manera clara y de escoger de manera consciente comportamientos efectivos. Así que primero limpiamos el terreno mental y luego lo inundamos de cosas positivas, o sea, recién ahí podemos empezar a educar o entrenar. 

Recuerden siempre asesorarse de personas calificadas y profesionales. Pregunten antes de cualquier cosa sobre los métodos que utilizan, sobre la experiencia y que demuestren tener la capacitación adecuada para trabajar con perros. Muchos pueden ofrecer curar al perro o gato en una sesión, pero los profesionales expertos el tema sabemos que a veces las buenas intenciones no bastan, y que el fin no justifica los medios. Las terapias conductuales son sin dolor, sin humillaciones y sin fuerza. Y el adiestramiento también.