¿POR QUÉ ES NECESARIO DISTINGUIR ENTRE ENTRENADORES Y ETÓLOGOS CLÍNICOS?

09.11.2024

Es común ver a tutores de mascotas que pasan meses con entrenadores sin resolver por completo los problemas de comportamiento de sus animales. ¿Por qué ocurre esto? toma nota, porque a lo mejor te ha sucedido a ti... normalmente es porque sienten que están "progresando" por cumplir un calendario estructurado, donde asisten a sesiones semanales, sienten que "trabajan" en algo y ven pequeños cambios en algunos comportamientos. 

Sin embargo, ¡ojo!, porque estos cambios suelen ser superficiales y, en realidad, el problema subyacente puede estar empeorando.

El mito del progreso y la falsa seguridad: Este sentimiento de "progreso" que los tutores experimentan con un entrenador es, en muchos casos, una ilusión. Los signos o comportamientos pueden variar ligeramente o parecer más manejables, pero el problema real no se aborda en profundidad. Con el tiempo, es común que los tutores terminen acudiendo igual a la consulta etológica porque se dan cuenta de que, pese a haber seguido un programa extenso de entrenamiento, los problemas persisten o incluso empeoran.

Esto sucede porque el entrenamiento en sí no está diseñado para tratar trastornos de comportamiento. La palabra "entrenador" proviene del verbo "entrenar", que implica enseñar a través de la repetición y el reforzamiento de conductas. Los entrenadores pueden ser valiosos para enseñar comandos, habilidades o rutinas a perros que ya están emocionalmente equilibrados y sanos. Su rol es el de "adiestrar" o guiar en el aprendizaje de comportamientos específicos, pero no tratar problemas de conducta o trastornos emocionales. Esto último es algo que debes conocer. 

¿Por qué es fundamental empezar con una evaluación etológica clínica?

  1. Detectar el problema de fondo: La evaluación etológica clínica se centra en identificar y entender los problemas de raíz. Esto es crucial para determinar si el animal realmente está apto para un proceso de entrenamiento o si primero necesita un tratamiento especializado que trate el problema en su totalidad y no solo los signos.

  2. Trastornos de comportamiento y problemas físicos: Para que un entrenamiento sea efectivo, el animal debe estar libre de alteraciones emocionales o físicas. Un perro con ansiedad, estrés crónico o dolor físico puede no estar en condiciones de aprender de manera efectiva y, al contrario, el entrenamiento puede aumentar su estrés y agravar el problema.

  3. El progreso verdadero no es solo cumplir un horario: La etología clínica ofrece un enfoque dinámico, donde el progreso no se mide en función de la cantidad de sesiones realizadas, sino en los cambios reales en el bienestar y el comportamiento del animal. Al trabajar directamente sobre las causas profundas, el progreso se vuelve real, no aparente.

¿Cómo cambiar el paradigma y enfocarse en el bienestar real de tu mascota?

  • Evalúa la raíz antes de actuar: Busca siempre una evaluación etológica clínica antes de cualquier entrenamiento. Esto te permitirá entender si tu mascota está en condiciones de aprender de manera efectiva o si necesita un tratamiento enfocado en su bienestar emocional.

  • Confía en los cambios a largo plazo: Si bien la terapia etológica puede no tener un horario fijo, el bienestar de tu mascota será mucho más sostenible cuando se abordan los problemas en su totalidad y no solo en los signos.

  • Entiende el papel de cada profesional: Los entrenadores son importantes, pero deben trabajar con perros equilibrados emocionalmente. Los etólogos clínicos, por su parte, se especializan en evaluar y tratar problemas complejos, asegurando que el animal esté realmente apto para aprender y vivir en bienestar.

Cambiar el enfoque hacia una solución profunda y sostenible requiere entender que el verdadero progreso se da cuando nuestra mascota experimenta bienestar en su vida cotidiana. Esto va mucho más allá de cumplir un horario: se trata de mejorar su calidad de vida desde el interior.