LAS EXPECTATIVAS QUE TENEMOS CON NUESTRAS MASCOTAS

26.06.2018

Hoy quiero hablar de un tema que siempre me toca ver cuando se trata de nuestras mascotas, sean perros o gatos. Se trata de las expectativas, o qué es lo que nosotros esperamos de ellos. Parece ser que nuestras vidas tan ocupadas nos han dejado poco o nada de tiempo para poder conocerlos bien; cómo se comportan, qué es lo que sienten y sobretodo, que es lo que ellos pueden hacer y qué es lo que no pueden.

"Que venga en cuanto lo llame", "que no haga pipí dentro de casa", "que esté feliz y contento justo, pero justo, cuando llego a casa", "que al quedarse solo no destruya nada, ni menos que se haga pipí". Así la lista suma y sigue a la hora de pedirles cosas a nuestros queridos amigos.

Pero cuando nuestro peludo no es lo que esperábamos, nos decepcionamos. Nuestra percepción de ellos muchas veces cambia, y si la situación se mantiene, el vínculo va perdiendo la fuerza que podría haber tenido en algún momento. El cariño va, y el cansancio sobreviene. Ya el tener un perro o gato es un suplicio en vez de un disfrute. ¿Tienen la culpa ellos? Claro que no. Usualmente pedimos mucho de otra especie que no conocemos mucho, y es quizás esto lo que nos lleva a imaginarnos y crearnos metas que son casi imposibles de llevar a cabo.

Primero, tengamos en cuenta que perros y gatos son especies distintas. Y son seres vivientes, con deseos y motivaciones distintas a las nuestras. No olvidemos además que nosotros los integramos a distintos contextos que son aquellos en los cuales nos movemos a diario. Nos tienen una infinita paciencia y a diario nos estudian, nos leen y tratan de adaptarse de la mejor manera a nuestras extrañas rutinas. ¿Por qué nosotros no? Si alguna vez has exigido de sobremanera a tu perro o gato, es hora que sepas algunas cosas sobre ellos que van a ser de mucha importancia a la hora de convivir en armonía con ellos.

- Hablan en otro lenguaje. Muchas veces no entienden la complejidad del nuestro.

- Experimentan el mundo intensamente a través de todos sus sentidos, especialmente el olfato.

- Son altamente motivados por cosas que para ti son invisibles y/o insignificantes (basura, un insecto, otro perro, un viejo y sucio objeto).

- No tienen noción del bien y el mal. Por tanto "no saben que hicieron mal", pero si saben que estás enojado y es a eso a lo que responden.

- Aunque tú sigas pensándolo, no tienen noción de la culpa, vergüenza o venganza.

- No tienen pensamiento abstracto. Tampoco pueden reflexionar sobre sus propias reflexiones, como nosotros si hacemos.

- Viven el aquí y ahora: no saben qué es el mañana, el "hace un mes", el "dentro de 5 horas".

- No tienen noción del valor económico de las cosas, o del valor moral, o ético de ciertas situaciones. Por eso pueden dormir sin problemas sobre tu chaqueta de 100.000 pesos con las mismas ganas con las que se echan en un viejo trapo sucio y oloroso. Sólo es cosa de gustos y ahí no hay peros que valgan. Eres tú el que debe cuidar de esas cosas. 

Por tanto, el perro o gato no tienen por qué entender y saber qué es lo que tu esperas de él o ella, o qué es lo bueno y malo para ti (porque de hecho hasta en nosotros mismos estas nociones tienen tremendas variaciones entre uno y otro). Eres tú, entonces, quien tiene que entender aspectos básicos del comportamiento de los perros y gatos, porque de lo contrario, te esperan muchas frustraciones, errores de concepto, malos ratos y sobretodo, la génesis de algún problema de comportamiento provocado por una mala comunicación, que te frustrara enormemente y te hará buscar miles de formas para hacer que su mascota entienda, menos la apropiada. Recuerda que si tienes dudas en estos temas tan importantes, los Etólogos Clínicos estamos para ayudarles. Entenderles de la forma adecuada trae sus recompensas. Y el bienestar asegurado para nuestro peludo.

Dra. Soledad Torres Alvarado

Médico Veterinario y Máster en Etología Clínica

CONCIENCIA Etología Clínica