EL VIEJITO DE LA CASA
Esto puede causar problemas en sus ciclos de sueño-vigilia, haciendo que duerman en el día y se despierten por la noche. Puede también que olviden algunos comandos aprendidos en la juventud o hábitos que sabían bien, como ordenes, micción o defecación o simplemente responder a su nombre cuando le llaman. La ansiedad puede aparecer o exacerbarse y tender a reaccionar de forma agresiva por pequeñas cosas. Sus relaciones sociales pueden cambiar contigo o con los otros habitantes de la casa; es común que se vuelvan muy dependientes o indiferentes del todo.
Entendiendo los cambios a los que se enfrentará tu mascota en sus años dorados te sirve para poder prestarle ayuda de forma efectiva si estos se presentan. Asegúrate de recibir consejo profesional y especializado a la hora de informarte, y no supongas ni asumas que es "porque se está poniendo viejo". Tras estos cambios hay muchos problemas subyacentes que van en perjuicio de su bienestar y pueden ser mejorados o solucionados si lo tratas a tiempo.
Si ves que su comportamiento comienza a cambiar, asegúrate de tener sus exámenes médicos al día y consultar cuanto antes con el Etólogo Clínico, quién te dará una asesoría adecuada para enfrentar esta etapa de la mejor forma posible.