EJERCICIO MENTAL VS EJERCICIO FÍSICO

02.07.2018

Un viejo mito dice que si un perro tiene un problema o patología conductual, debe ser sacado a pasear de inmediato, caminar kilómetros y ojalá correr en el trayecto para que esté lo más cansado posible. Por otro lado, "gurúes" del comportamiento canino dicen que "un perro cansado es un perro feliz" y puede que tenga algo de razón, pero: ¿de qué cansancio estamos hablando? y ¿de qué forma debemos llegar a ese cansancio? Creo que es una frase que se presta para numerosas interpretaciones pero usualmente se recurre a la que nos queda más fácil y rápida de tomar: el ejercicio físico.

Si, esas extenuantes jornadas de caminatas y trotes extenuantes para el perro, corriendo junto a la bicicleta del tutor y lo más grave que me ha tocado escuchar: llevar al perro corriendo al lado del auto mientras el tutor le sostiene la correa desde la comodidad de su asiento, pasando por la compra de costosas trotadoras que el perro no entiende y no quiere subirse porque le da un miedo atroz. La mayoría de las veces no solucionan el problema y el perro sigue ladrando, agrediendo, destruyendo o llorando cuando te vas. 

Pienso entonces, ¿es necesario todo eso? no. La verdad es que la "tele" ha creado una idea muy equivocada de lo que un perro necesita y el ejercicio físico ha pasado a ser todo, pensando que sólo es un conjunto de músculos que necesitan fatigarse para dejar de molestar, pero en realidad nos olvidamos que es un individuo con otras necesidades y así como nosotros gustamos de leer, ver una serie en Netflix que nos deja pensando o de hacer sopas de letras, el crucigrama del diario o jugar ajedrez o simplemente videojuegos, ellos también necesitan TRABAJAR CON SU MENTE. 

¿Curioso, no? pero si. En muchos perros con problemas y patologías conductuales, cuando se evalúa el nivel de actividad mental que realizan en su día a día califican con nota cero. No tienen nada en qué entretenerse. Pero por supuesto, no es culpa de ellos, y destrozar libros, el sillón, revolver el basurero y ladrarle al que se aparezca sólo es una manera de ADAPTARSE - y buscar solución - frente a la privación de estímulos en casa. Revisemos entonces qué tipos de entretención podemos entregarles y en vez de hacerlos trotar por 2 horas, démosle al menos la mitad de ese tiempo trabajando su mente y el resto en una caminata tranquila, donde también aproveche de ejercitar su mente por medio de la exploración olfativa. Debe haber un equilibrio. 

Si sólo entregamos ejercicio físico lograremos un perro atleta (que no es malo), pero que cada vez irá a por más. Pero para el objetivo de mejorar o resolver un problema conductual estaremos aportando muy poco o nada. Recordemos también que la actividad física no es recomendada para todos los perros: en algunos, debido a su estado fisiológico o por raza puede ser muy contraproducente (cachorros, seniors, braquicefálicos, problemas osteoarticulares, cardiópatas etc). y también en esos perros que tienen problemas de autorregulación emocional y conductual (perros que muerden jugando o muerden sin razones aparentes, destructores de objetos estando solos y acompañados, los que no saben parar de jugar, los que pasan del juego a la agresividad en un segundo, entre otros). 

Por supuesto, el que quiera compartir momentos recreativos que involucren deportes o actividades físicas de alta demanda, debe ser realizado con criterio, con empatía hacia tu perro y ojalá consejería profesional (del Médico Veterinario), comprendiendo que no puede ser vista como una terapia por si misma. 

Aquí tienes algunas opciones para elegir, como juegos cognitivos, pero además puede optar por juegos compartidos con el tutor, aprendizaje de trucos, comandos de educación básica y una vez cubierta esa necesidad compatibilicemos (si es posible, si quieres, si a tu perro le gusta), con rutinas recreativas y/o deportivas (trekking, agility, escaladas).

Juegos para realizar dentro de casa, como estas botellas que también pueden colocarse bajo una mesa plegable. El material de las botellas puede variar (retornables o no retornables), dependiendo la fuerza y potencia de tu perro. 

Cómo hacer una alfombra olfativa, la que provee largos momentos de entretención por medio del olfato. Además, pueden pensar, tomar decisiones y asociar positivamente los estímulos que ocurren alrededor. Evitan también el despliegue de conductas problemáticas como ladridos en la puerta, ladridos a desconocidos que entren a casa, evitar saludos muy efusivos al llegar a casa, etc. 

Puedes hacer una licky mat con cualquier superficie similar, utilizando pasta especial para perros (según su interés y posibilidades) o su mismo pellet humedecido convertido en pasta. 

Y si tu perro tiene un problema o patología conductual, lo mejor es que sea evaluado, porque necesitará mucho más que un largo trote para resolver su caso. Nuestros perros son mucho más complejos, son un conjunto de cuerpo y mente y seguramente el problema conductual tiene bases que con ayuda del Etólogo Clínico podrás descubrir, tratar, acompañar y sobretodo entender. 

Dra. Soledad Torres Alvarado

Médico Veterinario y Máster en Etología Clínica

CONCIENCIA Etología Clínica