¿POR QUÉ LOS GATOS AMAN LAS CAJAS DE CARTÓN?
Seguramente ya le compraste a tu gato el último rascador, ese que tiene miles de sofisticaciones, miles de juguetitos colgando, con la mejor calidad. Pero a tu gatito se le ocurrió que era mejor la caja donde venía embalado. Así he escuchado muchas historias y siempre es la misma pregunta: ¿por qué los gatos aman las cajas de cartón, si tienen juguetes mil veces mejores?
Cualquier caja puede servir. Pequeñas, grandes, de zapatos, de la mercadería, del juguete de tus hijos. La que sea. Si colocas una cerca, es probable que tu gato tome posesión rápidamente del cubículo de cartón.
Es otra de las gracias de los felinos, de las miles cosas "raras" que nos toca experimentar si tenemos una en casa. La ciencia aún no logra dilucidar del todo las razones de esta conducta tan particular, pero se sabe que tiene que ver con su esencia de cazadores innatos, donde la caja provee de un gran lugar donde esconderse y acechar a sus posibles presas. Pero también tiene otros aspectos muy importantes de tener en cuenta, que vienen de la mano del estudio de los Etólogos y nos indican que no es que sólo les gusten las cajas de cartón, si no que puede que incluso las necesiten como parte de su entorno.
A la hora de entender a los gatos, cuesta un poco más. No por nada son difíciles en todos los aspectos de su vida, incluyendo el ser objetos de estudio científico. Aun así, hay muchos estudios dedicados al enriquecimiento ambiental en esta especie y los resultados son claros: nuestros compañeros buscan seguridad y comodidad desde estos espacios cerrados, sobre todo cuando las cosas no nadan muy bien en su vida: pueden significar la diferencia entre manejar exitosamente el estrés o no hacerlo y sufrir sus consecuencias.
Esto tiene sentido al acordarnos de que muchos gatos, al no poder gestionar bien una situación de estrés, tienden a esconderse y refugiarse en un lugar oscuro. Y esta es una estrategia de algunas especies para poder soportar aquellos cambios ambientales que son muy estresantes para ellos. Los felinos salvajes lo hacen en loa árboles, en madrigueras, cavernas... y tu gato que vive en el piso 25 de una bulliciosa ciudad, puede hacerlo en una cómoda caja.
Algunos autores mencionan, y la experiencia lo confirma, que los gatos no son buenos enfrentando situaciones, como lo hacen especies gregarias; los perros, por ejemplo. Ellos prefieren evitar el problema y bajar su actividad. Qué mejor que una cajita para ir a pasar los malos ratos donde la ansiedad, la mala onda y malos ratos simplemente desaparecen del plano.
Eso sí, que un gato prefiera una caja no necesariamente significa que tenga problemas conductuales o esté sufriendo. Muchas veces también eligen lugares similares como el lavamanos, la tina, una bolsa, un lavatorio como un lugar donde posarse y descansar un momento. Eso hace pensar a los científicos una causa adicional para explicar el amor por las cajas: se sienten calientitos en ellas. Una temperatura ambiental adecuada para un gato es de 30 grados. Mucho más alta que lo que a nosotros nos parece agradable. Ahí los gatos se sienten cómodos y no necesitan generar más calor o buscar lugares donde enfriarse. Así que eso explicaría la costumbre del gato de hacerse bolita en cajas o cualquier lugar diminuto y disfrutar con ello. No olvidemos que las cajas son por lo general de cartón corrugado, un gran aislante térmico. Y muchas casas podrían estar bajo este umbral deseado por los felinos.
Así que en una caja puedes
encontrarlo todo: un aislante térmico, un ansiolítico, una zona de descanso, de
juegos, de entretención y a un precio que cualquier billetera puede enfrentar.
¿Qué mejor?.