EL MIEDO ¿ES REALMENTE "REFORZABLE"?

26.08.2018

Otro de los mitos que suele abundar cuando hablamos de cómo manejar situaciones de miedo e incluso fobias en nuestros queridos animales. 

Tengamos claro lo primero: el miedo es una EMOCIÓN. Y las emociones, como todos hemos experimentado, son respuestas involuntarias. Se sienten, se experimentan.

Las conductas si son respuestas voluntarias. Se ejecutan, se hacen. 

¿Recuerdas la última vez que sentiste miedo? el escalofrío, la cosquilla en la pancita, la transpiración, las ganas de correr no fueron algo que estuviste planeando minutos antes o en el momento, y mucho menos algo de lo que fueses consciente, por lo que no puedes recordar las conductas que ejecutabas a raíz del miedo, sólo la sensación desagradable. 

Si tu perro o gato han sentido miedo, e incluso algo peor que eso, una fobia, tampoco lo habían planeado ni antes ni en ese momento. 

Al contrario de los humanos, que si pueden "actuar" y fingir conductas como el sentir miedo (recordemos las telenovelas, películas y varios otros contextos donde si lo hacemos), nuestros peludos no saben de esto. Son concretos, francos y sinceros y no simulan emociones, sólo las expresan de manera involuntaria.

Por tanto, la presencia de fuegos artificiales, gritos, ruidos de diversa índole, presencia de personas específicas, otros perros, quedarse solo, pueden desencadenar una reacción de miedo o una fobia desencadenada, donde parece que no hay nada más en su mente que eso. No escucha, no hace caso, ni siquiera pareciera sentir que lo tocas, que quieres ayudarle. 

Y no, no está fingiendo, no intenta manipular. Está sintiendo eso y además, demostrando que pasa por un muy mal momento.

Cuando pareamos algo bueno (tu amor, cariño, caricias, y en especial los premios - snacks), con algo "no tan bueno" (el estímulo que le causa miedo), el animal asociará de todas maneras, pero de forma gradual, que en realidad eso no era tan terrible como se pensaba. Un perro o gato pueden llegar a asociar la visita a su Veterinario, o una salida en auto, o el escuchar ruidos de mucha intensidad con cosas extraordinariamente buenas, como un snack apetitoso. Pero el trabajo no es de una o dos horas, si no que se va trabajando de forma sistemática, gradual y bajo la supervisión de un profesional pues todos los caminos se transitan de manera distinta y como siempre digo, cada paciente es un mundo. Algunos necesitarán de terapias complementarias, farmacológicas incluso si el problema es severo y además, su bienestar está comprometido de manera importante y ya no puede seguir esperando más tiempo. 

Y respondiendo a la pregunta que encabeza este artículo, te haré otra a cambio: ¿aumentó tu pena cuando esa persona que tanto querías te abrazó y te dio consuelo? bueno, lo mismo le pasará a ellos cuando lo ayudes, lo distraigas, le ofrezcas estímulos agradables como la comida y lo contengas si busca tu cercanía física, tus caricias y tu voz. Va a mejorar y será una ayuda invaluable. Porque tu perro en ese momento está experimentando una emoción, no está ejecutando una conducta planificada. Estas últimas son las que si se refuerzan. Las emociones se acompañan, se contienen, se ayudan a regular y con ello lograr que el individuo se apacigue y con eso vuelva a su normalidad. 


Dra. Soledad Torres Alvarado

Médico Veterinario y Máster en Etología Clínica

CONCIENCIA Etología Clínica